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Diez años de la Conanp

Julia

 

Diez años de la Conanp

Julia Carabias Lillo  ||  Reforma  ||  29 de mayo 2010

El próximo sábado 5 de junio se conmemoran los 10 años de la creación de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). Parecería extraño recordar y celebrar el aniversario de una institución gubernamental si no fuera por dos razones; una, se trata de un logro de la sociedad, organizaciones sociales y académicas, frente al abandono en el que el gobierno mantuvo, por más de un siglo, la administración de la conservación del patrimonio natural nacional, y dos, es una oportunidad para reflexionar en torno a las tareas urgentes.

En efecto, resulta increíble que la Conanp se funde 100 años después de decretada la primera área protegida de México: el "Monte Vedado del Mineral del Chico" en Hidalgo, en 1899. Desde ese entonces las Áreas Naturales Protegidas (ANP) dependieron de las instituciones encargadas de los asuntos agropecuarios, principales responsables de la deforestación del país y, por supuesto, nunca constituyeron una prioridad; no les asignaron recursos económicos ni personal para su atención y se convirtieron en "áreas protegidas de papel".

En 1995, cuando se creó la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, el grupo de funcionarios nombrados para responsabilizarse de la gestión de las ANP estuvo integrado por profesionistas especializados en la conservación y manejo de áreas protegidas que provenían tanto de organizaciones sociales como de la academia y, dirigidos por Javier de la Maza, lograron un cambio radical. Durante esos años se elaboró el primer Programa Nacional de Áreas Naturales Protegidas; se definieron prioridades; se asignó personal y presupuesto; se decretaron nuevas ANP; se formularon los primeros programas de manejo; se reformó el marco jurídico; se establecieron mecanismos de participación social en la toma de decisiones; se consolidó el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas. Todo ello culminó con la creación de la Conanp en el año 2000, con lo cual quedaron sentadas las bases para una verdadera gestión del patrimonio natural protegido.

La Conanp es un órgano desconcentrado de la Semarnat con un alto nivel jerárquico en la administración pública (el titular de la comisión es nombrado por el presidente de la República -el primero fue Javier de la Maza y el segundo Ernesto Enkerlin), y cuenta con un Consejo Consultivo integrado por reconocidas personalidades, instituciones sociales y académicas.

A pesar de lo joven del proceso los resultados son espectaculares. Entre el 5 de junio de 1994 y esta misma fecha en 2010, los logros más significativos son: se incorporaron a la protección 84 ANP nuevas que representan casi 14 millones de hectáreas de ecosistemas bien conservados, más del doble de lo que se decretó durante un siglo; el presupuesto asignado a la protección en 1995 fue de 11 millones de pesos y actualmente es de casi mil 100 millones; el personal de campo era, prácticamente, inexistente y hoy se cuenta con mil 136 empleados; ninguna ANP tenía programa de manejo y ahora 46 disponen de este instrumento, entre otros.

No obstante, en las ANP existen problemas. El surgimiento de conflictos es reflejo de que las políticas e instrumentos están poniendo orden, pero también es un llamado de atención de la necesidad de fortalecer las capacidades institucionales y legales para que las ANP cumplan plenamente con su objetivo de conservación sin que ello implique una confrontación con las comunidades que viven legítimamente en ellas. Hay que recordar que los decretos de ANP no modifican el régimen de tenencia de la tierra, sino que limitan su forma de uso para que éste sea compatible con el interés público de conservación del patrimonio natural nacional. Por ello, en muchas ocasiones los dueños de la tierra, o quienes pretenden usufructuar los beneficios que ofrecen las ANP, cuando desarrollan una actividad incompatible con la conservación violan la ley y generan conflictos, algunos de los cuales han llegado hasta la Suprema Corte de Justicia, como es el caso del Parque Nacional Tulum.

El gran reto que tiene hoy la Conanp es resolver estos conflictos y fortalecer sus capacidades para evitar nuevos problemas. Su nuevo titular, Luis Fueyo Mac Donald, funcionario honesto, comprometido y con amplia experiencia en la resolución de conflictos en temas ambientales, tiene la oportunidad de dar el impulso adicional que esta joven institución requiere. Entre las tareas inaplazables están: definir prioridades para los siguientes 30 meses; atender directamente las ANP que presentan conflictos graves; expedir los programas de manejo de las ANP que aún no lo tienen; fortalecer el marco jurídico; lograr la certeza laboral para el personal y continuar con su capacitación; consolidar una red social amplia de apoyo y compromiso con las ANP, en la cual el consejo puede jugar un papel muy importante.

Lo más valioso del Conanp es haber consolidado un equipo de profesionistas especializados, con experiencia y mística, y comprometidos para velar por el patrimonio natural nacional. Enhorabuena por su décimo aniversario.

Fuente: Hemeroteca

 

 

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