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Construyendo agendas

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Construyendo agendas

Julia Carabias Lillo  ||  Reforma  ||  01 de octubre 2011

El pasado 21 de septiembre inició el 66 periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Aun cuando el tema central del debate fue "El papel de la mediación en la resolución de conflictos a través de medios pacíficos" el asunto de la sustentabilidad del desarrollo se convirtió en un tema central en las intervenciones.

Vale la pena destacar el discurso inaugural del secretario general Ban Ki-moon, quien inició recordando que en algún momento del mes de octubre nacerá un niño y, con su llegada, la población mundial alcanzará la cifra de 7 mil millones de habitantes; dicho niño "… entrará en un mundo sujeto a cambios enormes e imprevisibles, cambios ambientales, económicos, geopolíticos, tecnológicos y demográficos".

El secretario general enfatizó los riesgos del incremento de la presión que la creciente población ejerce sobre la tierra, la energía, los alimentos y el agua; los estragos de la crisis económica en la sociedad, el aumento del desempleo y de la desigualdad social; el miedo de poblaciones enteras que sufren los daños producidos por el cambio climático, y añadió que "… tenemos cinco imperativos, cinco oportunidades generacionales para plasmar el mundo del mañana en función de las decisiones que tomemos hoy… El primero y más grande de dichos imperativos es el desarrollo sostenible -el imperativo del siglo XXI… Salvar nuestro planeta, sacar a las personas de la pobreza, promover el crecimiento económico, son todos aspectos de una misma lucha. Debemos conectar los puntos entre el cambio climático, la escasez de agua, la escasez de energía, la salud mundial, la seguridad alimentaria y el empoderamiento de la mujer". Los otros cuatro imperativos a los que se refirió están relacionados con la prevención de conflictos, la seguridad, el apoyo a las naciones en transición y las oportunidades para mujeres y jóvenes.

Hizo un llamamiento a la acción urgente y a alcanzar un acuerdo vinculante sobre cambio climático, con metas de reducción de emisiones ambiciosas a nivel nacional y mundial y con medidas de adaptación. Resulta preocupante que la COP 17 iniciará en Sudáfrica en menos de dos meses y los avances en las negociaciones desde la COP 16, en Cancún, no son aún significativos.

Asimismo, Ban Ki-moon convocó a trabajar en la construcción de acuerdos para la Cumbre conocida como Río+20 que se realizará en el mes de junio de 2012 y propuso preparar una nueva generación de objetivos de desarrollo sustentable que tomen el relevo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio más allá del horizonte de 2015.

La ONU está apostando seriamente, desde sus posibilidades y con sus instrumentos, a la implementación de acciones para acelerar los cambios necesarios para el desarrollo sustentable como la opción para la erradicación de la pobreza, la reducción de las desigualdades sociales y la protección del medio ambiente. Ha puesto a debate los temas de la economía verde y de los marcos institucionales para alcanzar dicho desarrollo. Es el turno de las naciones participantes para adoptar acuerdos vinculantes, con metas específicas y, sobre todo, incorporar estos principios, orientaciones y metas en sus agendas nacionales.

México debería estar volcado en estas reflexiones, no sólo por los planteamientos que llevará a los foros internacionales mencionados, sino, sobre todo, por la construcción de su propia agenda nacional frente al cambio de administración pública. Sin embargo, no se ha gestado un ambiente de debates serios y profundos sobre la sustentabilidad del desarrollo. Los procesos de reflexión iniciados están ocurriendo fundamentalmente desde el ámbito académico. Por ejemplo, el Seminario Universitario de la Cuestión Social de la UNAM llevará a cabo, el próximo noviembre, el Cuarto Diálogo Nacional para un México Social, cuyo propósito es aportar los elementos necesarios para plantear la construcción de un nuevo modelo de estado de bienestar para el siglo XXI; asimismo, TV UNAM inició, mediante su programa Observatorio 2012, un foro de análisis para conocer los diagnósticos de los principales problemas del país y sus propuestas de solución con miras a construir una agenda de temas sustantivos para el país. Otro foro significativo en la UNAM es el seminario sobre Política Regional del Desarrollo con la misma finalidad. En todos estos espacios el tema de la sustentabilidad del desarrollo está incluido. Por su parte, El Colegio de México ha convocado a más de 100 de sus egresados del Programa LEAD a una reflexión en el contexto de la Cumbre de Río+20.

Estos esfuerzos son, sin duda, una aportación muy valiosa pero, lamentablemente, no tienen, al menos por el momento, una correspondencia en otros espacios deliberativos más allá de los académicos, como debería ser el Congreso de la Unión, los partidos políticos, las organizaciones no gubernamentales, las cámaras empresariales, los medios de comunicación, entre otros. Esperemos que el resto de la sociedad y los partidos despierten pronto.

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